20 meses. Este es el tiempo que he vivido sin trabajar con contrato, con horarios. No ha sido un tiempo de ocio, ni un tiempo libre ni siquiera un tiempo sabático. Para mi han sido 20 meses para vivir la vida con toda su intensidad, con plena emoción y en completa dedicación. A esta excedencia yo la llamo Tiempo de Vida.
Por razones médicas pero sobre todo por íntimas razones, dejé de trabajar dos meses antes de que naciera mi hijo. Cuando nació me tomé mis 16 semanas reglamentarias de baja maternal y poco antes de reincorporarme a mi puesto de trabajo, mi marido y yo tomamos una decisión trascendental: irnos a vivir a un pueblito en la frontera entre Lleida y Huesca. Así que me tomé una excedencia que he aprovechado para criar a mi pequeño Mikel, llorar por las grietas en los pezones, gozar viéndole mamar y llorar de nuevo al destetarlo definitivamente. He podido escribir, leer, viajar, tomar el sol, aprender a relajarme sin porros, dejar de fumarlos, cuidar mi piel, mi pelo y mi cabeza, olvidarme de las migrañas, dormir. Me he acostumbrado a desvelarme, comer a deshoras o comer cuando me lo pide el cuerpo, a vivir sin hablar apenas con nadie en todo un día o a recibir visitas sin cesar en unas pocas horas. He pasado de leer revistas sobre maternidad a escribir un ensayo sobre ética política con la misma naturalidad con la que escribo este blog. En ocasiones me he sentido inmensamente feliz y otras impresionantemente vulnerable. A días me he sentido satisfecha y a días algo frustrada. Por momentos inspirada, por segundos árida de ideas y objetivos. Pero siempre, siempre, siempre, me he sentido viva.
En fin, no sé, he hecho tantas cosas... podría haber hecho otras tantas... pero lo importante es que he disfrutado estos 20 meses como nunca hubiese imaginado. Finalmente, resulta que seguimos viviendo en Barcelona, en nuestro pequeño piso de Santa Coloma y en un par de semanas volveré a trabajar, con horarios, con contrato, en una oficina. La vida continuará, aunque sea de otra forma...
Os dejo con una fotito que resumen de una manera fugaz este Tiempo de Vida repleto de paz.
5 comentarios:
Un tiempo sin duda de paz, pero es que la foto nos da a todos esa paz, nos contagia de ella... los dos tan dormiditos... enhorabuena por todo. Y felicidades por tu tiempo de vida, espero que dure mucho...
Siempre,
Norma
Es que las siestas han sido uno de los mejores regalos de este tiempo. lo cierto es que he tenido mucha suerte de poder disfrutar de tantos meses. Ahora me costará un poquito arrancar, habituarme a los horarios, al estar encerrada en una oficina... pero también tengo muchísimas ganas de ponerme las pilas, por lo que seguro que todo va bien. Y así Mikel también se librará de su madre, que a veces, no sé quién depende más de quién!!
sniff...!Que bello es vivir...¡20 meses de Mikelandia...
No te creas, los 20 meses no solo han sido de Mikel o para Mikel. Para mi han sido importantes a nivel personal incluso también a nivel profesional. No todo en la vida es ser madre...aunque evidentemente, este hijo mío ha absorbido buena parte de mi energía.
Que me vas a contar, mi hijo nacio hace 38 días, pero solo tuve 15 de baja. Además solo lo veo para bañarlo y tetar de su madre, salvo cuando me "lo deja" porque llora como un desconsolado y debo calmarlo. Encima mi vida ha desaparecido. No importa que se despalacen unos íntimos amigos desde Barcelona a vernos, no podré tomar algo con ellos y llegar tarde porque si no............. Bueno mejor lo dejo.
Un beso para los 3
Publicar un comentario