- "Y ahora, se tirará del trapecio" -. Y efectivamente, allí estaba ella, diminuta y valiente, preparándose para caer. "Madre mía ¡y lo hará sin red! - pensé - pá matarse..." Y no había terminado este número que ya estaba Cornelius chascando de nuevo los dedos, esta vez haciendo indicaciones a un grupo que corría saltando a través de unos aros. Impresionante. Levanté la mirada de los viejos anteojos.
- "¿Cómo lo haces para que te hagan caso?"
- "A la que se porta bien, dejo que me chupe la sangre", respondió el domador de pulgas mostrándome el brazo destrozado a picaduras.
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3 comentarios:
´jejej. supong q muchas se portaron bien..
que bueno.... pulgas....,
que jodia...
Un besooooooo
Como mola... como dice Toni, qué jodia... te superas!!
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