Crecí con un idealismo que se convirtió en convicción. Con el tiempo, se me desarmó el romanticismo y me quedé vacía de creencias. Perdí la fe en todo sistema y posible gobierno para el pueblo. Sin embargo...tanto esfuerzo, tanto sacrificio...tantas ilusiones por todo el mundo diseminadas... ¿porque no? Nunca debemos dejar de soñar. Hagámoslo, aunque sea, por aquellas personas que nunca dejan de luchar.
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