El colegio público San Miguel de Tamarite de Litera, la única escuela del pueblo, tiene dos entradas. La fachada y por tanto, la puerta principal se orienta hacia la carretera, por donde llegan los coches y en ellos las mamás con los pequeños. La otra entrada es la de la parte de atrás. A ella sólo puede accederse caminando, por un camino a tramos de gravilla, a tramos de cemento. Algunos metros son al aire libre, entre los maizales, en ocasiones queda cubierto por la carretera nacional como si fuese un tunel mal iluminado, con basura, cristales rotos, mucha mierda de perro y aveces, incluso con ratas muertas. Este es camino que cada día toman las madres de los niños que solo pueden ir caminando. Todas tienen algo en común. No tienen coche. Y todas ellas son o gitanas, o negras, o musulmanas o de una estatus muy humilde.
Con la llegada de las subvenciones del Plan E, hace meses que unos obreros arreglan el camino de acceso a la puerta principal. Estan acondicionando el párquing, los pasos de cebra y los arcenes para que los coches puedan tener una conducción segura. El camino de la parte de atrás de gravilla y mal iluminado creo que no ha sido agraciado por el ayuntamiento para recibir ninguna ayuda del Plan E. Es decir que seguirá como hasta ahora. En este pueblo hay clases y en su colegio también.
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2 comentarios:
Y lo bonito que es practicar deportes de riesgo todos los días sin tener que salir de Tamarite.
Un beso.
En todas partes hay infinidad de clases, y no sólo en los colegios(y perdon por el chiste malo). La cuestión es si estamos en la clase que nos gusta.
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