Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Al acabar el día, las luces se apagan y el silencio llega a todos los rincones; entonces, la noche se convierte en mi aliada y grito y grito, como descarga, como terapia, para que se me oiga. Aunque sea en la noche.
2 comentarios:
Ualaaaaaaaaaaaaaa!!
No siempre es así pero cuando tienes la oportunidad... vale la pena seguir trabajando por estos momentos!!
Besitos preciosa, no queda nada...
PD: no firmo con mi cuenta porque estoy con mi tercera personalidad y no me gusta mezclarlas. Pero soy yo!!
ojala siempre fuera el trabajo tan ameno que pareciera un hooby!!! Al menos tu a ratos lo consigues.Enhorabuena!
Publicar un comentario