el estallido de 450 músculos son los necesarios para morirse de risa. Al menos eso es lo que pone en el dossier de prensa de El Tricicle para su último espectáculo, Garrick. Sólo he necesitado dos de esos músculos para morirme de vergüenza y esforzarme por aguantar el tipo y salir airosa (o ¿sólo he conseguido escapar?) de una desastrosa entrevista que he tenido el "no-placer" de protagonizar junto a no sé cual de los tres componentes del trío y con Pepe Rubianes como testigo. Yo he llegado muy pronto a la cita y me he visto obligada a hacer una parada técnica en una taberna cercana al teatro a tomar una cerveza. Ellos han llegado tarde. Sólo uno y de manera algo antipática, aunque no tanto, se ha dispuesto a responder a mis preguntas. La memoria de mi gravadora (a la que no sé borrar archivos inútiles) llena hasta los topes; mis orejas rojas con heridas y al descubierto (coleta de caballo, ¿a quin se le ocurre?) en plena ebullición; camiseta manchada de chocolate; medias manchadas de tierra del parque (me he pasado la tarde jugando con Mikel en la arena). Me han hecho un chiste que no he entendido y me han tenido que aclarar. Segunda pregunta: ¿Qué te hace reir? Respuesta: Las entrevistas. Sobre todo si no tienes memoria, replico chistosa.
Lo mejor, las fotos.
Lo bueno: que sé que debo aprender a reirme de todo.
Lo peor: Que sé que todavía no lo he conseguido.
Moraleja: Y mañana más...
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1 comentario:
Con Pepe Rubianes? Y narices hacía el en una entrevista que no le tocaba?? Tener barro en las rodillas, heridas en las orejas y una mancha de chocolate en la camiseta es el signo claro de ser una Super-Woman que después de pasar la tarde con su niño, se pone el mono de curranta para hacerle una entrevista a tres (bueno sólo uno) capullos...
Te quiero, mañana más.
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