Dirty Dancing fue la primera película, no destinada exclusivamente al público infantil, que me cautivó. Su pase por el cine me pasó inadvertido – para entonces yo tenía 10 años- pero recuerdo el día que llegué al videoclub y vi el enorme cartel con Patrick Swayze acariciando el interior del brazo de Jennifer Grey. Vaya subidón de hormonas que me pegó. En cuanto llegué a casa busqué en un diccionario el significado de “dirty” aunque me lo imaginaba… En aquella época yo estudiaba ballet y otras disciplinas, entre las que no estaba, por supuesto ni el mambo, ni el fox trop ni ningún baile latino bailado en pareja y mucho menos, que implicase algún tipo de movimiento sensual.
Pero allí estábamos Laura –mi amiga del alma, mi niña perdida– y yo ante el espejo, practicando una y otra vez pasos imposibles, piruetas y saltos, rotación de caderas, miradas encendidas, sonrisas picaronas…
En cuanto Norma creció un poco, nos siguió en esta loca pasión y también ella hizo sus pinitos con “Time of my life”. Mil noches soñé que el chico que me gustaba me sacaba al centro de la pista y bailaba conmigo éste y la verdad, también me valía cualquier otro baile. Y mil veces soñé que el chico en cuestión, en la intimidad de mi cuarto, me acariciaba como el bailarían macarra de camiseta imperio y medallón de oro al cuello acaricia a Baby, la tonta mojigata protagonista de la película. El film en sí es una horterada, con unos diálogos patéticos y un argumento de lo más manido. Vi Dirty Dancing por primera vez cuando tenía 10 años y por lo menos repetí en un par de ocasiones anuales durante mucho tiempo. Al llegar a la universidad rompí el ciclo. Hace unos años, una noche haciendo zapping la volví a ver. Creo que se me saltaron los colores de la vergüenza ajena que sentí con la película, ¡qué ridícula! Sin embargo, ya curada de espanto, la volví a ver el pasado domingo… y si no te fijas en los diálogos, ni el la idiotez extrema de los personajes, ni en la moralina que envuelve el argumento… si solo te fijas en la música, el baile y los besos que se dan la parejita de bailarines entre baile y baile… ay… ¡cómo me sigue gustando!
Pero allí estábamos Laura –mi amiga del alma, mi niña perdida– y yo ante el espejo, practicando una y otra vez pasos imposibles, piruetas y saltos, rotación de caderas, miradas encendidas, sonrisas picaronas…
En cuanto Norma creció un poco, nos siguió en esta loca pasión y también ella hizo sus pinitos con “Time of my life”. Mil noches soñé que el chico que me gustaba me sacaba al centro de la pista y bailaba conmigo éste y la verdad, también me valía cualquier otro baile. Y mil veces soñé que el chico en cuestión, en la intimidad de mi cuarto, me acariciaba como el bailarían macarra de camiseta imperio y medallón de oro al cuello acaricia a Baby, la tonta mojigata protagonista de la película. El film en sí es una horterada, con unos diálogos patéticos y un argumento de lo más manido. Vi Dirty Dancing por primera vez cuando tenía 10 años y por lo menos repetí en un par de ocasiones anuales durante mucho tiempo. Al llegar a la universidad rompí el ciclo. Hace unos años, una noche haciendo zapping la volví a ver. Creo que se me saltaron los colores de la vergüenza ajena que sentí con la película, ¡qué ridícula! Sin embargo, ya curada de espanto, la volví a ver el pasado domingo… y si no te fijas en los diálogos, ni el la idiotez extrema de los personajes, ni en la moralina que envuelve el argumento… si solo te fijas en la música, el baile y los besos que se dan la parejita de bailarines entre baile y baile… ay… ¡cómo me sigue gustando!
Título original: Dirty Dancing
Año: 1987
Director: Emile Ardolino
Reparto: Patrick Swayze, Jennifer Grey, Jack Weston, Jerry Orbach, Cynthia Rhodes, Jack Weston, Jane Bruckner
Guión: Eleanor Bergstein
Música: John Morris & Varios
Productora: Vestron Pictures
Género: Musical
8 comentarios:
Y lo peor fue cuando nuestro padre nos borró la peli que teníamos grabada por machacar la cinta con un partido de fútbol del Barça que nunca llegó a ver...
Tengo 25 años y no me importa reconocer que tengo la peli en DVD versión lujo-superespecial.
Besos chulapos con ritmo de chotis.
Norma
jejejejejeje
yo tambien la vi el domingo, y que?
no es una pelicula de culto? Graci no habla de ella??? y que mas da??
el domingo pasao viendo la peli de pronto volvi a tener 12 o 13 años y me vi en el cine con las niñas de mi clase comiendo palomitas y comprando la superpop a la salida porque salia el macarra bailarin en el poster central...
Todos tenemos un pasado...
Que tiempos aquellos...cuantas cosas han pasado desde que unas y otras ensallabamos esos bailes imposibles, cuantas cosas hemos perdido desde entonces: la inocencia, el pudor, y a Laura...son solo algunas de ellas.
Pero también hemos ganado otras no creéis?
Que pena que no exista documento gráfico, porque no existe ¿verdad?, para poderos ver en situación; de película.
Por cierto, no es políticamente correcto pero, ¡QUE HORTERAS!(no os enfadeís, espero no recibir amenazas por el comentario).
V0y por partes:
- REalmente, es una horterada de pélícula. No me avergüenzo, porque así soy yo, pero más me valdria aficionarme a Kurosawa.
- Intentar imitar los bailes de Dirty Dancing es de los más divertido. peor para el que alguna vez no lo haya intentado.
- Lo mejor de una película es su poder de evocación y sin duda esta lo consigue... volver a tener 13 años... no es que los quisiera, pero me hace gracia recordar!
que no es una horterada hombre ya!!!!
....kurosawa? te vas a comprar una moto???
que sepas que es kawasaki no kurosawa.
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