miércoles, 2 de abril de 2008

Flowers In The Windows

Me encanta ver cada vez más mujeres embarazadas en la televisión como presentadoras de programas de entretenimiento o como periodistas; preñadas trabajando con normalidad con su oronda panza a cuestas casi hasta el último día antes de parir (bueno, lo deseable sería no tener que currar pero por disfrutar más del momento, no por que nadie te obligue). El embarazo es cada vez más público y las mujeres se atreven a enseñar sus cuerpos redondos y turgentes en la playa, por la calle incluso por la noche en algún bar. Estar embarazada ya no obliga a encerrarse en el espacio privado del hogar y la familia. Ahora se estila lucir barriguita y aprovechar el momento para mimarte al máximo y sobre todo, para que te mimen.

Aunque al hecho de estar embarazada a menudo se le denomina estado de gravidez, por eso de que se tiene un peso de más, para mí, sin embargo, tal estado fue el de la ingravidez total. Dejando a parte los cuatro o cinco días previos al parto, en los que ya no podía con mi alma, los restantes 9 meses fueron de los mejores de mi vida en cuanto a autoestima, ligereza y gracia se refiere; y es que, verdaderamente, durante el embarazo me sentía flotar, como si viviese sin gravedad, en una nube.

De la mano de Travis, este es un pequeño homenaje a Rocío y Celia, a quienes les queda muy poquito para dar a luz y a Marta, que recién estrena su nuevo estado. Apa, nenas, Flowers In The Windows, a disfrutarlo…


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